El rol de la mujer en el sexo, siempre fue el de gemir de placer, pero nunca sentirlo.
¿Por qué? porque es sexo y el placer siempre se limitaron a la satisfacción masculina. Bajo esto, la sociedad patriarcal y falocéntrica ha promovido el desconocimiento de la anatomía y el funcionamiento del clítoris, privando a la mujer el reconocimiento del cuerpo y placer propio. La virginidad y la exclusividad, se han convertido en un medio para acentuar el cuerpo femenino, como ajeno.
El proyecto se desarrolla alrededor de tres episodios de la radionovela “Punto P”, la cual propone un nuevo universo, en el cual la mujer se convierte en la figura de poder, principalmente en el acto sexual. Sin embargo, al priorizar el placer femenino se genera un conflicto con relación a los roles de género determinados por la sociedad patriarcal y machista colombiana. De esta manera, se pone en evidencia la fragilidad de las bases al rededor del sometimiento femenino, como una única manera de satisfacer el placer sexual y psíquico humano.
Para entender como el placer y el poder, se relacionan con la represión sexual de la mujer, se realiza un paralelo comparativo de las diferentes situaciones en las que se generan conversaciones con respecto al sexo, como actualmente lo conocemos. Lo anterior dirigió el proyecto hacía el sometimiento femenino como algo placentero para el hombre, sin embargo, es importante aclarar que este gusto por el sometimiento de la mujer no se evidencia únicamente en la sexualidad, sino que también en las situaciones y comportamientos establecidos por los roles de género patriarcales. Pues la mujer siempre es el lado sometido.
Junto con la radio novela, se propone un personaje ficcional; el cual representa la dualidad del hombre frente al sexo placentero, ausente de poder y dominación masculina. Para lograr esto, se realiza una comparación implícita, entre las zonas erógenas de las mujeres y los hombres. Generando así, un proceso “obligatorio” de adaptación humana, donde sacrificar los roles de género en el sexo, es la única manera de que el hombre pueda sentir placer.
